Subió al escenario por primera vez en una función del colegio y desde entonces, Teté Delgado ha vivido en él. De aquella niña feliz y curiosa que quería ser científica e inventar cosas, le quedan su capacidad de asombro y sus ganas de disfrutar al máximo de la vida. Muy conocida por sus numerosos trabajos en teatro, cine y televisión, su popularidad se vio disparada con su participación en El Súper, la primera teleserie española emitida diariamente por Telecinco entre 1996 y 1999, que le abrió las puertas a múltiples proyectos y le granjeó el cariño del público. Colaboradora habitual de La Hora de La 1 y narradora de Los Gipsy Kings, a Teté le toca esta temporada repartir su tiempo entre las funciones de la obra teatral Sé infiel y no mires con quién, con Josema Yuste, y los conciertos con su banda Teté y los Ciclones, mientras escapa los viernes a Luar, su segunda casa.

  • ¿Cómo es tu primer recuerdo sobre un escenario?

Fue en una función del colegio, en octavo de EGB. Lo de estar cómoda me venía de serie, pero luego tuve que aprender a hacerlo bien. 

  • ¿Y de tus comienzos en la TVG?

Estaba estudiando Psicología e impartiendo clases de salón, y conocí a Xosé Antonio Perozo. Nos hicimos amigos y me propuso hacer la prueba para un papel en un programa que estaba preparando con la productora CTV para Televisión de Galicia, A Reoca. Curiosamente, los bailes de salón siempre han estado también en mi vida, y años después me traerían el ser jurado de ¡Mira quién baila! En TVE. 

  • ¿Y tu faceta como actriz cuándo surge?

Pues también en A Reoca, ya que dentro del programa hicimos una telenovela que se llamaba Mapoula, triste Mapoula. Nos reíamos mucho. Y en el 90 empecé con el Centro Dramático Galego, con un personaje muy pequeño. Fue el gran debut teatral, ¡incluso con gira por España y Portugal!

  • Y luego tu aterrizaje en Madrid con El Súper.

Sí, presenté varios programas en Galicia y luego me ficharon para El Súper, en Telecinco. Fue la primera novela diaria y la promocionaron muchísimo. Yo creo que nació como reacción a los culebrones, que eran muy lentos, y en El Súper todo era muy rápido y pasaban muchas cosas. Lo pasamos muy bien, fue divertidísimo. Empecé siendo la de T5, luego la de la novela, luego la cajera, luego Mari Carmen y luego ya Tete Delgado (jajaja). 

  • ¿Cómo recuerdas la época de empezar a ser conocida?

La verdad es que viví ese proceso con mucha naturalidad. No me sorprendía que me conocieran por la calle, porque para mí era y sigue siendo como tener amigos en todos partes. Cuando empecé en Madrid, hacía muchas cosas y estaba hasta en la sopa. Fueron diez años muy gloriosos, de mucho trabajo, y en la calle se nota mucho cuando estás en la tele. A mí no me hace sentir distinta, sales en ella y eres popular, y cuando no sales, pues vives con tranquilidad. Además, siempre he tenido el nivel de fama maravilloso, bueno para trabajar y para que no te molesten mucho. Me ven por la calle y me saludan, pero no es invasivo.

  • Además, tú eres una persona y un personaje popular que caen bien.

Sí, es verdad, pero porque no hablo mal de nadie, ni critico a ningún compañero, y no hablo de mi vida personal, solo lo justo, lo que no me importa que se sepa. Y además, a las mujeres en general  les caigo bien, supongo que porque no me ven como una amenaza… bueno, es una idea mía. Y creo que es una ventaja. Me hablan con naturalidad, con  familiaridad, porque me ven cercana, de casa.

  • Has protagonizado muchas obras de teatro. Háblame de las más te han marcado.

He hecho mucho teatro. Quizá Gorda, en 2005, con Luis Merlo, Lidia Otón e Iñaki Miramón, con la que estuvimos dos años en cartel, por lo que representó para mí, porque creo que el público cambió un poco el concepto que tenía. Y me gustó especialmente hacer Galicia Canibal, porque yo siempre he querido hacer un musical de rockandroll, y cuando me ví en el escenario de la sala Sol, al lado de músicos que eran mis referentes como Germán Coppini, para mí fue una pasada. Lo viví de una forma natural, pero muy impresionada, y fue una gran oportunidad. Yo también tenía esa parte de fan y de no verme el nivel, y me hizo muchísima ilusión formar parte de aquello.

  • Lideras la banda Teté y Los Ciclones. ¿La música ha estado siempre presente también?

Sí, siempre. Recuerdo haberme apuntado a los ocho años a clase de guitarra los sábados, e ir cantando en el coche las cosas que me gustaban. Nunca tuve cinta de guitarra y la llevaba apoyada en la cadera (se ríe). Pero lo de tener un grupo no se me había ocurrido hasta que escuché a Siniestro Total, que vivían a unos kilómetros de mi casa ¡y salían en Aplauso!. Se empezó a abrir todo en los años ochenta, aunque en Porriño no encontré mi momento. Fue al llegar a Santiago cuando encontré a Tino, que es músico, para hacer canciones y montar Teté y los Supremos, y años después, en Madrid, apareció Isaac González, y me propuso hacer una banda. Era un buen momento para mí y me animé. Pero compaginar los conciertos de Teté y los Ciclones con el resto de trabajos es difícil, a veces me obliga a hacer doblete y otras a elegir. Creo que todavía no he despegado en la música pero me gustaría, y ahí está.

  • Y con ella has vuelto también a Luar esta temporada…

Siiii, volver a Luar es volver a casa rodeada de amigos. A algunos no los conocía y está siendo una experiencia muy divertida. Me gustaría trabajar más aquí, porque llevo diez años viviendo en Galicia con mi pareja y soy muy feliz.

  • ¿Se te resiste el cine?

Es lo que menos he hecho, pero porque no me llaman. No sé si porque no encajo en los proyectos que se hacen o porque tele llama a tele y teatro a teatro. La última que hice fue Gordos, con Sánchez Arévalo, que estuvo preseleccionada para los Oscars, y la verdad es que estoy muy contenta con ese trabajo. 

  • Hablas mucho de la amistad en los proyectos, pero ¿se puede trabajar también con gente que no te gusta?

Sí claro, se puede. Yo llegué a no hablarme con un compañero a nivel personal, pero cuando se pisa un escenario, lo demás queda atrás. No hablas tú, habla tu personaje. Y a veces lo he pasado mal pero tienes que tirar.

  • ¿Qué valoras a la hora de elegir los trabajos?

Lo primero que haya una buena historia que contar y que mi papel tenga algo que decir, que me seduzca. Luego quién la va a dirigir, los compañeros… y también cómo estoy de agenda en ese momento, porque ha veces tienes que rechazar algunos que te encantan y otras hacer trabajos alimenticios. 

  • ¿En qué estás trabajando ahora?

Estoy con Josema Yuste con una comedia que se estrenó en los setenta, una versión de Sé Infeliz y no mires con quién. No tiene carga emocional, pero es muy divertida, y la gente lo agradece mucho. Estrenamos en el verano de 2019, con gira, temporada en Madrid, y el parón de la pandemia.  Cuando volvimos, fue maravilloso ver las ganas que tenía la gente de ir al teatro y de reírse.

  • ¿Y este verano cómo se presenta?

Con gira de teatro y algún bolo con el grupo, pero tranquilo. Habrá más cosas después del verano, y tengo un proyecto ahí rondándome, que aún no puedo contar, pero que me ilusiona mucho y puede ser muy grande.

MUY PERSONAL

Es feliz “cuando todo encaja, cuando todo está en su sitio y puedo respirar tranquila”. La conocida actriz y cantante gallega Teté Delgado, una de las actrices más queridas del panorama nacional, es una mujer de sonrisa casi permanente, disfrutona, hedonista y amante de la vida, que encuentra irresistible el talento y que tras una etapa “un poco oscura” asegura está viviendo una fase de autoconocimiento que le va a venir muy bien. “He aprendido que soy más grande que mis emociones e intento controlarlas”. Le gusta la tortilla de patata, “porque es un plato que me inspira familia, cariño”, y aunque ahora ya no tiene a su madre para hacérsela, tiene a su amor, el actor Ánxo Carvajal, para copiar la receta. 

Texto: Ana Iglesias // Fotografías: Ferrín Santás // Vídeo: Sabela Freire // Peluquería: Jose Iglesias // Maquillaje: Bea Yañez // Estilismos: El Corte Inglés