Música Tito Lesende

Periodista musical desde hace más de tres décadas, su firma ha estado en publicaciones de lo más diverso, desde la revista Rolling Stone a Cinemanía, y desde Icon-El País a Vanity Fair. Con varios libros publicados en su haber, este coruñés del 71 acaba de sacar a la luz ‘Los 100 mejores discos de rock en directo’, editador por Efe Eme. Teniendo en cuenta que lleva asistido “a unos tres mil conciertos” y escuchado “miles de discos”, no es de extrañar que confiese que le cueste decantarse “por unos pocos”.

 

Haciendo memoria explica que “mi primera excursión a un recital fue a Cangas para ver a un grupo de heavy melódico llamado Shy. Yo tendría 18 años entonces y lo recuerdo como una odisea peligrosa y fascinante. Desde entonces he visto un montón de eventos y, a veces, varios por semana. He disfrutado con clásicos como los Rolling Stones, AC/DC, Rod Stewart, Kiss o Bob Dylan, generalmente en varias ocasiones. Y, en tiempos recientes, he soltado lágrimas con Vetusta Morla y me he embrutecido con Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. También he abierto mucho la boca con Iván Ferreiro o Xoel López”.

Conciertos inolvidables

1. Concierto de los Mil Años. Estadio de Riazor (A Coruña), 8, 9 y 10 de julio de 1993.

No había internet, ni teléfonos móviles. Tampoco se celebraban muchos conciertos de ese calibre y, desde luego, nunca había ocurrido en Galicia. Muchos teníamos la duda razonable de que el Concierto de los Mil Años llegara a celebrarse; el miedo era directamente proporcional a la ilusión. Seguíamos la información con ansiedad en los diarios. Finalmente, ocurrió: en el estadio de Riazor se personaron Neil Young, Bob Dylan, Robert Plant, The Kinks, Sting, Jerry Lee Lewis o los ahora difuntos Chuck Berry o Wilson Pickett, por citar a algunos. Todos los que lo presenciamos quisiéramos habernos quedado a vivir en ese sueño.

2. Paul McCartney. Palau Sant Jordi (Barcelona), 28 de marzo de 2003.

Fue la primera vez de las cuatro que he visto, por ahora, a McCartney. Todas ellas fueron especiales e inolvidables, pero la primera me agarró el corazón por sorpresa. Los Beatles son mi credo y ver a Paul interpretar todo ese patrimonio fue como regresar a la niñez, como una visita de los magos de Oriente, como el parque de atracciones más maravilloso del mundo.

3. Isle Of Wight Festival. Isla de Wight (Reino Unido), 22, 23 y 24 de junio de 2012.

Saltaron los primeros anuncios y empecé a meter dinero en una hucha de cerdito. En aquel evento enorme estaría Bruce Springsteen, a quien había visto ya varias veces, pero también Pearl Jam y Tom Petty. Me maravilla la cultura pop británica; familias unidas cantando con Noel Gallagher, Elbow o Lana del Rey. La posibilidad de ver a pioneros inaccesibles del rock amenizando a modo de entreactos en escenarios pequeños. Todo en aquel lugar y en aquellas circunstancias me pareció idílico, incluso dejando los conciertos aparte.

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