Los continuos cambios de normativa hicieron que muchas parejas pospusiesen su enlace, mientras que otras muchas han aprovechado la nueva situación para dar el paso. Todas ellas harán que el 2022 sea el año de las bodas, más personales que nunca y pensadas para celebrar el amor a lo grande y de la manera menos formal. Los expertos indican que habrá una etiqueta moderna que pone en el epicentro a amigos y familiares. La boda será una gran fiesta llena de detalles, como servir el vino de la primera cita o un menú con platos típicos de los distintos viajes; en muchos casos se celebrará entre semana, en parte por el aumento de la demanda y las fechas llenas, y en alguna ocasión en fines de semana completos, los llamados weekends weddings, para celebrar la boda en forma de escapada a un destino cercano. También se mantendrá la tecnología de los últimos tiempos, con invitaciones.

Equalart vía Bodas.net

Rompiendo con la tradición, las parejas tomarán decisiones basadas en sus propios gustos, dejando de lado las expectativas y apostando realmente por la boda que quieren, con eventos estéticamente más valientes y toques personales.

Decoración 

Se lleva el estilo Bridgerton y la estética cattagecore al aire libre en acogedores jardines, cuidadas decoraciones florales e instalaciones con asientos de terciopelo y adornos dorados, que aportarán un toque chic al escenario campestre. También se impondrá el estilo bucólico refinado, que recuerda al Guinguette, con largas mesas rectangulares, con centros de mesa de estilo bohemio y vegetal, mantelerías y vajillas jouy de cristal de colores para aportar un toque vintage, y elementos de fibras naturales, como el ratán o la arpillera, la madera trabajada, las sillas wishbone y los asientos de felpa en tonos neutros.

Las carpas serán transparentes, dejando visible el paisaje natural, y las flores secas, preservadas y de temporada, con colores rosas, morados, rojos y naranjas llamativos en combinación con hierbas; y en contraste, los tonos apagados como los tierra, nude, rosa empolvado y óxido, a los que irán ganado terreno los tostados y ámbar apagados.

Cocina
Las porciones individuales de nivel y con estilo (tipo sushi, etc) seguirán muy presentes. También habrá corners foods y cada vez más el wedding brunch, un tipo de banquete con pollo frito, gofres, donuts, galletas, mimosas… que aporta un ambiente mucho más distendido y perfecto para disfrutar con aquellas personas no tan cercanas, pero con las que igualmente se quiere compartir este momento.
Las tartas de boda serán llamativas, con flores, adornos y texturas, y presentaciones muy vistosas, y no faltarán las mesas dulces con porciones individuales de tarta y otros postres como helados, macarons o incluso churros. Siempre apostando por cocina local y los alimentos de proximidad, y con opciones veganas y alternativas para invitados intolerantes a algún alimento,  además de cócteles de autor con guarniciones y mocktails (sin alcohol).

Sugar’s Nook vía Bodas.net

Looks de novia
La moda nupcial también viene cargada de contrastes y extremos, tanto para ellas como para ellos. En el caso de las novias se caracteriza por una vuelta a lo clásico, a la vez que se apuesta por un estilo relajado. Se podrán ver las dos opciones. Por un lado, reinará el estilo victoriano (mangas largas, cuellos altos, encajes, corsés y faldas con mucho volumen), y por otro, los diseños minimalistas y de aire boho. Además, las novias más atrevidas apostarán por mini vestidos, trajes chaqueta con tops glitter, monos, looks con pantalón y sobre faldas que permiten un doble modelo, además de plumas y volantes en mangas y faldas.
Los diseños incorporan faldas con bolsillos, grandes aperturas y cut-outs en espaldas y laterales,además de transparencias, mientras que los escotes más vistos serán el corazón, cuadrado, halter y cuello alto.

Juana Rique – Altamira

Pese a la disparidad de modelos y alternativas, habrá un denominador común en todos los looks de novia: el color blanco, tanto el puro como el off-white, y se apostará por diseños éticos y sostenibles, y la moda reciclada. 

Trajes de novio
Ellos relajarán la etiqueta apostando por una vestimenta más informal y una descoordinación sofisticada, rompiendo con la idea de que el traje tiene que combinar la parte de arriba con la de abajo para ser más elegante. Además, los colores naturales como marrón, beige o gris claro adquieren mucho protagonismo, y aunque el blanco también empieza a hacer su aparición en escena, para los más clásicos habrá azul y negro. Por otra parte, los diseños estampados ganan terreno a los lisos en chaquetas, corbatas, chalecos o forros, para los más atrevidos, al igual que las telas satinadas y los brocados.

Invitados
Para las invitadas se llevan los tonos pastel y nude, los escotes asimétricos y el escote capucha, los vestidos midi y largos con rajas pronunciadas, las mangas amplias y los estampados llamativos (florales, animal print, étnicos o geométricos) en contraposición con los monocolor en colores llamativos (amarillo, fucsia y verde botella).  Ellos, por su parte, encontrarán predilección por los trajes en tonos claros (azul cielo, beige o crema) y tenderán a elegir diseños menos informales, con un toque más urbano y un estilo más juvenil.

 

Pese a la multitud de tendencias que marcan la dirección de las bodas hacia una vertiente mucho más informal y relajada, cada pareja hará suyo el gran día, y sin duda, cada celebración será única y especial.

The Wild Couple vía Bodas.net